Autocuidado en el BDSM

Sin importar cuán frecuente practiques BDSM el cuidado propio es un tema fundamental del que nunca debemos olvidarnos. 

La relación entre estos dos temas puede no parecer obvia pero realmente influye en el tipo de relaciones que construimos y el disfrute que podamos sacar de las mismas.

El autocuidado tiene muchas aristas y por ende cada persona puede vivirlo de distintas maneras. 

A continuación nos enfocaremos en tomar un rol activo respecto al cuidado de nuestra salud mental, física y emocional. 


El autocuidado no tiene necesariamente que ver con comprar productos normalmente asosciados con ello sino con reconectar con tu cuerpo y mente para poder escuchar qué es lo que necesitamos. 

Practicar esto es clave a la hora de relacionarnos, es muy difícil cuidar de las demás personas si no somos primero capaces de respetar los límites de nuestro propio cuerpo y mente.



Autocuidado para subs y bottoms

Es clave ya que, en cierta forma, estamos dando alguna concesión sobre nuestro cuerpo y mente a otra persona.


-Cultivar la conciencia propia

¿Tengo hambre?¿Tengo sueño?¿Es cómoda esta situación para mí? ¿Cómo va a afectarme esto a futuro? 

Una gran idea es tener un diario donde llevar registro de las situaciones a las que nos exponemos y cómo nos afectan. 

Esto nos puede ayudar a futuro para compartir con quienes queramos sesionar y encontrar qué funciona bien y qué no.


-Cuidados físicos 

Hidratarse, comer y dormir adecuadamente: aunque parezca algo básico podemos olvidarlo y convertir una sesión sea menos disfrutable o arruinarla por esto. 


-Escuchate:

Si no entendés qué está andando mal tomate un ratito para cerrar los ojos y preguntarte qué es lo que necesitás. Puede sonar tonto pero es más efectivo de lo que creemos!



Autocuidado para doms y tops

Aquí también es un tema muy importante ya que contamos con la responsabilidad de que otra persona nos está dando control sobre su cuerpo y/o mente. 


-Cuidados mentales y emocionales

Algunas prácticas de nuestras sesiones pueden llevar a sentimientos que no podamos procesar bien.

Si notamos la existencia de cosas que nos afecten negativamente (llanto, sangre, etc) es muy importante plantearlas a la hora de negociar.

También es clave aprender a manejar sentimientos como incomodidad, angustia o frustración. Es mejor parar un minuto y permitirnos reconocerlas que intentar reprimirlas.


-Aprender a decir NO

Existe el prejuicio de que les doms son quienes tienen el rol activo, no solo en la sesión sino a la hora de proponer cosas en la negociación y “ganar” su poder. Esto no siempre es así y puede hacer que nos olvidemos de que también podemos decir que no. 

Tenemos que aprender a reconocer nuestros límites mentales, emocionales y físicos, buscando que nuestra sesión sea acorde a ellos.

¡No hay que forzarse a siempre cumplir como un robot!



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