Yes, Daddy - Definiendo a los Daddies

¿Qué es un Daddy?


Daddy, o en español “papi” es un término que abarca un gran abanico de prácticas y sexualidades que describen al dominante en una relación. Normalmente es usado en un intercambio de poder donde una parte se identifica como sumisa ante el dominante, Daddy. 


Un “papi” puede ser estricto o cariñoso, puede castigar o dar recompensas, puede ser un rol sexual o en la vida cotidiana dependiendo de la relación. En general refiere a hombres pero puede ser usado por cualquier persona que se comprometa con adoptar esta personalidad. Pueden encontrarse en muchos tipos de estructuras relacionales y no es un término limitante a ninguna sexualidad específica. 


Una constante que solemos ver en el uso del término Daddy es la idea de una figura paternal que brinda tanto disciplina como protección. Los papis como dominantes suelen guiar a su(s) sub(s) en escenarios tanto sexuales como de la vida real. Como el término está íntimamente relacionado a los juegos de edad es común que sean mayores o se muestren más maduros. 


La gente usa el término Daddy de muchas maneras distintas, dependiendo de la relación y dinámica buscadas. Para algun*s, ya el mismo hecho de llamar a alguien así provoca una emoción que evoca tanto a la disciplina como al cuidado. Algunos papis dominan física y emocionalmente, incluyendo nalgadas, azotes y retos. Además de eso también darán mimos, abrazos, contención y palabras dulces para demostrar aprecio. Todo esto puede suceder en contextos que involucren o no sexo. Algunos de ellos pueden guiar a sus subs en el día a día, incluyendo actividades adultas.


Otro uso de la palabra Daddy es en el Daddy Dom/little girl (en español Papi Dom/niña pequeña) o sus diferentes variables, las cuales incluyen distintos tipos de juegos de roles y edad alrededor de una figura paternal y sus infantiles parejas. Estas relaciones se enfocan más en sus roles y tienen a incorporar elementos que remitan a determinadas edades como ropa, accesorios, gestos y lenguaje.


Más acerca del término:


Daddy o papi es un término muy curioso en el contexto sexual. Con su principal uso social refiriendo a un padre real, que haya sido tan rápidamente adoptada en relaciones adultas y sexuales le da cierto misticismo si tenemos en cuenta cuan separados solemos tener esos dos mundos. Se cree que empezó usandose en un sentido paternal pero cuándo pasó a usarse en el mundo sexual es poco claro. De todas maneras, fue tomado como parte de nuestro vocabulario, incluyendo el BDSM. 


Elegir usar el término Daddy en nuestras relaciones es algo que debemos negociar entre tod*s l*s involucrad*s, no todo el mundo se siente cómodo con la palabra. Aunque las relaciones involucren dominación y sumisión, el consenso sigue siendo el eje que las sostiene. Si creemos que nos gustaría introducirlo en nuestras dinámicas y relaciones es algo que debemos sentarnos a hablar. Teniendo en cuenta cuán delicados pueden ser los temas con nuestros progenitores -tanto en subs como Doms- no queremos disparar sentimientos negativos en nuestr*(s) compañer*(s).


Algo importante a discutir es qué peso va a tener este término en nuestras relaciones: ¿Se lo va a usar cada tanto para picantear las cosas en la cama? ¿Es algo más profundo y significativo que necesita determinada conexión? ¿Es algo limitado a una situación específica o nos vamos a involucrar en una dinámica 24/7? Estas son algunas de las consideraciones que pueden sernos naturales y obvias o pueden ir evolucionando a lo largo del tiempo.


Aunque todas las personas en una relación tienen responsabilidades, un Daddy puede llegar a tener una mochila más pesada. Con el doble foco entre cuidado y disciplina, las personas que se identifican con este rol tienden a ser personas cuidadosas y protectoras que se desempeña bien en las tareas adultas. Cierta gente que tiene papis nota que les generan otro tipo de reacciones sexuales y emocionales, pero que sus Daddies también les ayudan a cumplir con sus dificultades diarias como lavar la ropa, pagar las cuentas o incluso algo tan simple como mantenerse hidratad*s. Tener la capacidad de gestionar esas responsabilidades para otro adulto requiere una personalidad muy específica.



Artículo original


Mi carrito